Presentación
El reconocimiento de la diversidad cultural ha hecho más visible también la pluralidad de manifestaciones religiosas en plazas y calles del país. Son suficientemente claras las muestras cotidianas de esta pluralidad, y todo parece indicar que los pronósticos de hace pocas décadas, sobre la pérdida de peso y de presencia de las religiones en las sociedades modernas y avanzadas, no han seguido el curso anunciado. La secularización de la sociedad, bien patente en algunos ámbitos de la vida cotidiana, es paralela a un incremento de las religiosidades y las espiritualidades.
La coexistencia de posiciones creyentes y no creyentes, junto con las ateas y agnósticas, acelera un proceso de continua complejidad en las relaciones sociales y en la definición de marcos de convivencia suficientemente acogedores y cómodos para todos. En realidad, no hemos sabido resolver todavía el encaje de las religiones en una cultura democrática, abierta y plural, y son numerosas también las repercusiones de esta anomalía en la educación: por un lado, la religiosidad se presenta como una característica radicalmente humana, a menudo bajo el paraguas de la espiritualidad, que aglutinaría la dimensión trascendente de los humanos; por otro, como intangible y, por tanto, susceptible de caer en dogmatismos sectarios, la religiosidad es a menudo cuestionada en esta función de regular la vida cotidiana.
Así, en el marco de los principios que podrían inspirar una educación integral, se nos van abriendo constantemente debates y retos que nos piden una respuesta clara: sobre el impacto de las religiones en la organización de la escuela; sobre la pertinencia curricular de las religiones en los programas educativos; sobre la espiritualidad entendida como una competencia básica más o una dimensión humana ineludible en educación; sobre la conveniencia de incorporar los valores religiosos en el contexto general de la educación en valores; sobre los reajustes organizativos y logísticos necesarios para acoger nuevas sensibilidades y creencias religiosas.
Una escuela que respire cultura democrática debe plantearse debidamente, con rigor y coherencia, cómo encajar el hecho religioso. El simposio de este año propone que atendamos a algunas de las inquietudes que despierta esta situación en cuanto a la articulación de la formación religiosa en una educación laica, así como a la respuesta de la educación a la diversidad religiosa, a la conciliación entre religión y ciencia en clave educativa y, finalmente, al potencial educativo de la religiosidad. Todo ello en un marco educativo y social que queremos plural, acogedor y democrático.
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Noticias
Gravación del VIII Simposio
Ja está disponible en Internet, a través del DUGiMedia (Repositorio Digital de Audios y Vídeos de la UdG) la gravación del VIII Simposio.
Galería fotográfica
Ya se puede acceder al recopilatorio de fotografías del VIII Simposio: ver.
La participación
Participaron alrededor de ochenta professionals procedentes principalmente de Cataluña, y también del País Basco, las Islas Baleares, Madrid, Valencia y Castilla-León.
Publicación
Los proyectos y experiencias presentados al VIII Simposi se recogeran en una publicación digital con ISBN editada por el ICE Josep Pallach.
Instituciones colaboradoras:
Diputació de Girona
Fundació privada: Girona, Universitat i futur
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